Archive for the ‘Carol Dunlop’ Category

Los Autonautas de la cosmopista de J.Cortázar y C.Dunlop

13/09/2009

Parece que he cogido carrerilla con Julio. En reseñas digo. Los Autonautas de la cosmopista es un pequeño deleite de páginas a modo de bitácora de un original, sorprendente y mágico viaje a trabes de todas las áreas de servicio de la autopista entre París y Marsella.

Si, un viaje por las áreas de servicio de una autopista, solo la idea ya es impresionante, pero si la llevan acabo Julius y Carol, y encima lo hacen libro, la cosa es simplemente extraordinaria. El libro es un gran juego. Se divide en pequeños capítulos encabezados por un Diario de ruta, donde se especifica el horario del día y los acontecimientos: Desayuno-partida-donde se paran-clima-comida-otra partida-sucesos-cena. Cada pequeño capitulo corresponde a un área de servicio, y en cada uno se incluye un dibujo del área de servicio, fotografías echas por ellos y textos escritos por Julio o por Carol.

El viaje duro  33 días. 33 días en una autopista es algo extraordinario, y más en 1982. Julio y Carol conducían a Fafner una furgoneta Volkswaguen modelo T2A de color rojo.

Como ya he dicho el libro es un gran juego, esta lleno de fotografías de Julio y de Carol, fotografías de Fafner, fotografías de camiones, de gasolineras, de piedras, de bancos, de paisajes, en definitiva, de todo tipo de cosas que les llamaran la atención por un motivo u otro. Hay una famosísima fotografía que corre por la red de Julio bromeando con un cono en la cabeza, pertenece a este libro. Impagables las numerosísimas fotografías de Julius escribiendo a maquina. Los textos que acompañan los capítulos, y que son realmente el libro, son de lo más variado, recuerdos infantiles, cartas de Carol a su hijo, y en la mayoría las aventuras y  reflexiones de Julio sobre la experiencia en tiempo real en la autopista, una gozada.

Si leísteis una entrada anterior en la que hablaba de un librito de cartas de Julio, Carol y Silvia, sabréis que Carol murió en 1982.  Este libro esta editado en 1983. Carol murió a los pocos meses de hacer el viaje, y en el libro Julio incluye un epilogo sobrecogedor a modo de final.

Un libro impresionante.

Correspondencia De Julio Cortázar, Carol Dunlop y Silvia Monrós

19/08/2009

99 paginas. Eso es todo lo que tenemos. La correspondencia entre Julio Cortázar y Carol Dunlop, con Silvia Monrós, la traductora de Julio al serbocroata, es poca y cruda. Las cartas de inician en 1980 con una misiva de Silvia a Julio para anunciarle su intención de traducir Rayuela, y de paso invitarle a unas charlas en el Centro cultural estudiantil de Belgrado. La última carta es de Julio a finales de 1983. A nadie se le escapa que Carol murió en 1982. Las cartas de Julio son pocas, la mayoría son de Carol y de Silvia, y la mayoría entre ambas. Surgió una fuerte amistad entre las dos mujeres, que es muy palpable en todas las cartas y postales, quedando al descubierto íntimos pasajes de Carol referentes a la delicada salud de Julio, a sus miedos, sus matrimonios anteriores, a como vivir con un hombre como Julio. Silvia nos relata la situación política de la época, difícil, y nos muestra toda su admiración, mucha, por Julio, en casi todas las cartas dirigidas a el. De Julio la mayoría son postales, y alguna carta, lamentablemente la mayoría excusándose de no poder escribir mas a Silvia, o de no poder asistir a las charlas del Centro cultural, una pena.

A los que nos sigue fascinando Cortázar, a los que nos encanta, en este libro encontramos detalles íntimos sobre su vida y su salud, sobre su persona, su figura, sus ocupaciones, muchas de ellas vistas desde la mirada de Carol, que nos desvelan una imagen enriquecida del hombre. Así mismo las cartas de Silvia, sobre todo las primeras, muestran la tremenda admiración de esta por Julio, la enorme devoción por el escritor y por sus trabajos, y sus esfuerzos en la traducción de Rayuela; así mismo como el esfuerzo en mantener al escritor al día de todas las traducciones que se hacen en su país de todos sus textos, mandándole incluso, todos los diarios con las traducciones de los que ella es consciente.

En esta edición se han respetado los textos originales en castellano de los tres personajes, y eso es algo farragoso. Las cartas de Carol son complicadas de entender, puesto que su castellano era muy flojo y la manera de expresarse, de construir frases era en muchas ocasiones intuitiva, un lío. Las de Silvia tampoco son mucho mejores, pero son algo mas entendibles, y las frases están mejor construidas. De Julio solo se leen perfectas cartas. Salvo eso, y la edición, que para mi gusto es feísima (y que los señores de Alpha Decay me perdonen) el libro es muy enriquecedor, y una exquisitez para los Cortázarianos.

He dicho antes que era crudo. La correspondencia entre Carol y Silvia se interrumpe en Julio de 1982 con una última carta de Carol, leer esa carta y leer la siguiente de Julio destinada a Silvia anunciando la sorprendente muerte de Carol es un duro golpe, y en las palabras de Julio y de Silvia en cartas posteriores veremos el duro golpe que supuso para los dos. Así mismo la correspondencia entre Julio y Silvia se acaba en diciembre de 1983, con la trágica muerte de nuestro gran Cronopio solo 2 meses después.

Un buen libro para los que nos encantan no solo los textos de Cortázar, si no también el hombre que había detrás y cuanto le pasaba.

Y sigo de vacaciones, aunque ya me queda menos para volver a la cruel rutina…