Archive for febrero 2011

El último buen beso de James Crumley

28/02/2011

No se puede conocer todo ni a todos y no se puede tampoco por desgracia leer todo ni a todos. Yo no conocía a James Crumley, aunque tampoco es raro; solo se publicaron dos novelas suyas hace ya un buen puñado de años, Un caso equivocado en Jucar etiqueta negra (oh, sorpresa) y Uno que marque el paso, también en Jucar pero en este caso en la colección Gran Etiqueta, publicadas ambas en 1990 y por supuesto descatalogadas y diría que muy complicadas de encontrar, llevo varios días buscándolas y no hay manera de encontrar ninguna de las dos.

Pero hay que ver el lado bueno, RBA en su Serie Negra ha decidido reeditar a este gran escritor y ha empezado por la que dicen es su mejor novela, El último buen beso. Y es realmente buena. Conforme leía la novela, una idea me rondaba la cabeza, de un lado a otro, hacia la mitad de la novela lo tenía claro, esta es quizá la historia más sólida que he leído nunca. Sólida, compacta, maciza, duradera, buena, de calidad. Es difícil explicar esa sensación ante lo que estas leyendo, me ha pasado otras veces, pero nunca con una novela de genero, esa solidez ante un buen argumento, sentir que todas las piezas están colocadas en el lugar exacto, que se mueven en el momento preciso, que no hay duda en ninguna de las acciones, una sensación de estar totalmente inmerso en la trama, en la acción. He leído novelas que me han gustado mucho, últimamente mi olfato esta bien orientado y pocas veces me equivoco, pero esta novela va un poco mas allá; mas que saber que estas leyendo una buena novela, que te gusta, que te entretiene, que esta bien escrita, que tiene lógica, la sensación es estar ante una historia con unas posibilidades monumentales, con tantos desenlaces y salidas posibles, que solo imaginarlo nos hace casi palidecer, seducirnos ante la posibilidad de todos esos caminos es simplemente perverso y genial, Crumley en eso es muy bueno.

El último buen beso es una novela un tanto extraña, que aunque sigue los cánones de la novela negra se sale un poco de ellos, transformándose muchas veces en casi una road movie. Tiene algo de esas novelas de los sesenta en que los protagonistas recorrían los estados de punta a punta en viejos coches americanos por infinidad de carreteras polvorientas. Sumemos a eso un detective sin demasiadas pretensiones, alcohólico, cínico y un tanto obsesivo, y tendremos El último buen beso.

Nuestro querido C.W. Sughrue, ex oficial del Ejército y ahora detective privado, se encarga de buscar a personas desaparecidas; y la última persona desparecida a la que esta buscando es Abraham Trahearne. La búsqueda de Trahearne lo llevara por innumerables carreteras y autopistas, cruzará estados, ciudades y pueblos, y en todos ellos recorrerá innumerables bares donde encontrará pequeños rastros de Traherne que, en una mezcla de alcohol y sexo, lo sumirán en una persecución agotadora y sumamente extraña. Pero eso solo es el preludio de la historia, como vemos ya en el primer párrafo del libro, Sughrue ha encontrado a Trahearne. Lo encuentra en un viejo bar de carretera de Sonoma, totalmente borracho y bebiendo junto a un buldog alcohólico. Pero como he dicho eso es solo el principio. Tras un pequeño incidente en el bar, donde Trahearne acaba con una bala en el culo, la dueña del local, al enterarse que Sughrue es detective, le pide que busque a su hija, desaparecida hace 10 años. Y no digo más.

Es entonces cuando vemos las enormes posibilidades de esta novela, los diferentes caminos que sigue Sughrue, muchas veces caminos sin salida, o caminos que nos parecen sin salida, es entonces durante el desarrollo cuando nos damos cuenta de las innumerables visiones que tiene esta novela, de la cantidad de capas que hay, de los mensajes, esos famosos mensajes de critica a la sociedad americana, a la sociedad en general venga de donde venga que siempre hay en la novela negra, nos daremos cuenta entonces de esa solidez de la que os hablaba, de la calidad con la que escribe Crumley, que es casi poética, y todo ello empezara a aflorar por todas partes dando forma a múltiples historias correlacionadas entre si y formando una poderosa trama con insuperables giros y enredos, que nos hará disfrutar muchísimo.

 

Una novela buenísima, a ratos increíblemente divertida y con muchas situaciones para hacernos reflexionar; y no exenta por supuesto de cierta violencia, disparos, mujeres desnudas, sexo, alcohol, un detective sobresaliente y un buldog alcohólico.

 

 

 

Un nuevo Pynchon en marzo

24/02/2011

Aunque voy un poco tarde, ya me perdonareis, hace solo un par de días que me he enterado, me alegra (mucho) anunciaros que Tusquets va a publicar en marzo la última novela de Thomas Pynchon hasta el momento y que en España aún no había llegado: Inherent vice que aquí se llamara Vicio propio.

De la web de Tusquets:

Se llama Sportello, Doc Sportello, y es un detective privado un tanto peculiar en el colorista Los Ángeles de finales de los años sesenta. Hacía ya tiempo que Doc no veía a su ex, Shasta, seductora femme fatale, cuando ésta recurre a sus servicios porque ha desaparecido su nuevo amante, un magnate inmobiliario que había visto la luz del buen karma, un tanto distorsionada por el ácido, y quería devolver a la sociedad todo lo que había expoliado. Sportello se ve enredado entonces en una intriga en la que los escrúpulos chispean por su ausencia y cuya trama es casi la de una novela negra clásica.

A partir de ahí, Thomas Pynchon pergeña un retrato desbocado de una California poblada por surfistas embriagados de la mitología de las olas gigantes, combatientes de Vietnam o agentes del FBI reconvertidos en hippies, pandillas carcelarias, la escabrosa sombra de Charlie Manson y sus acólitas, una brutal organización secreta de dentistas, polis corruptos, una protointernet o bellas masajistas de sexualidad ambigua. Todo sazonado con diálogos y guiños hilarantes, al ritmo de una frenética banda sonora que sirve de réquiem psicodélico por una época que pudo ser y no fue.

 

Por cierto, he descubierto este gran blog sobre Thomas Pynchon, graciasgraciasgracias!

 

Deseando que llegue marzo lo antes posible.



Los sinsabores del verdadero policía de Roberto Bolaño

21/02/2011

De Roberto Bolaño ya se ha dicho mucho y se ha escrito todavía mas; sus libros se han desgranado en toda la prensa, en cientos de tertulias y en muchísimos blogs, se ha hablado del Universo Bolaño del Mundo novelesco Bolaño, hay incluso diagramas donde vemos que las novelas de Bolaño convergen unas con otras, se complementan, se alimentan, se mejoran y se completan. Bolaño creó un gran juego literario en el que el lector puede participar activamente y en el que se pueden encontrar las pistas para ir completando ese Mundo Bolaño que tan conscientemente, nos parece a muchos, creó.

Y parece que, aún después de dejarnos, siguen apareciendo piezas para completar ese enorme mural de juego que fue (es) la obra literaria de Roberto Bolaño.

Pero no siempre es fácil seguir el juego, uno no siempre esta capacitado para entrar en ese juego, Bolaño no siempre juega limpio. Hay novelas donde Bolaño nos ofrece un juego fácil, cómodo, un juego, una lectura, donde adentrarnos sin problemas y donde ir captando, encontrando, las pistas que, en un futuro, o en el mismo presente, podernos reunir para ir completando el gran mural. Otras veces en cambio Bolaño se tuerce y complica, se dispersa o aburre, el juego se ralentiza y el lector pierde las ganas de jugar.

En Los sinsabores del verdadero policía yo he jugado con mucha pasión, he entrado al juego con todas mis armas, con todos mis sentidos, he buscado las pistas y las he encontrado, las he disfrutado y las he unido a mi mural, pero no ha sido nada fácil. Los sinsabores del verdadero policía, nos advierten al comienzo, es una novela inacabada, un proyecto que el escritor empezó allá por los años ochenta y que duró hasta el mismo día de su muerte. Y lamentablemente se nota. La primera mitad de la novela es bastante lineal, las prácticamente primeras doscientas paginas, son una buena y turbadora historia, una historia de amor, de desenfreno, de sexo, de perdedores, de poesía casi extrema, de fugas y escapes, de descubrimientos, de ese gran universo que mas tarde forjó Bolaño, de ese gran Mundo Bolaño que son las desesperanzas y las tristezas, la poesía y la cultura, una gran primera parte llena de fuerza y de esa manera de escribir Bolaño que tanto engancha, que tanto (me) gusta, tan áspera, tan oscura y tan maravillosa.

La segunda mitad de la novela y ya hasta el final, es donde yo perdí las ganas de jugar. La novela se entrecorta, y ya solo sigue hacia el final, se suman los capítulos sueltos ajenos a la historia principal, que, aunque de alguna manera enriquecen la novela, cortan el ritmo de la novela, a mi gusto la difuminan, la pierden. Capítulos cortos que saltan de una historia a otra, que se interrelacionan con algún personaje pero sin llegar al argumento principal, esos capítulos a mi me dispersaron y me aburrieron. La culpa no es de Bolaño seguramente, Bolaño si hubiera tenido tiempo de acabar la novela, habría echo encajar todas las piezas, todos los argumentos, todos los personajes y le habría dado un final, pero eso no fue posible y tenemos lo que los editores y su viuda nos han dado, es entonces donde el gusto de cada uno entra en juego.

Hacia el final la novela adopta un formato casi epistolar donde las cartas entre los protagonistas se suceden una tras otra, y recuperamos algo del ritmo de la primera parte de la novela, volvemos a meternos en toda esa vorágine decadente de la primera parte, para terminar en una ultima carta prácticamente en seco, de golpe. Un final inacabado por supuesto o eso parece y puede que sea la intención, pero dadas las circunstancias me extrañaría. Toda esta segunda parte de la novela, sigue teniendo esa fuerza en la escritura de Bolaño, toda esa oscuridad, es Bolaño cien por cien. Esta segunda parte, como veréis que coincidimos algunos, a mi me recuerda un poco a Rayuela, de Julio Cortazar, un poco.

Y aunque muchas reseñas lo pasen por alto, lo sorteen, o no le den importancia, no puedo dejar de hablaros sobre el tema, el gran tema de esta novela, la homosexualidad.

Y es que la mayor parte de la historia, la perturbadora historia que nos cuenta Bolaño, no es más que el descubrimiento de la homosexualidad tardía de nuestro protagonista; un profesor universitario maduro, viudo y con una hija mayor, que mantiene una relación intensa, casi extrema con uno de sus alumnos. Alumno al que admira y que le abre las puertas a un mundo desconocido de poesía, sexo, cultura, amistades y vida nocturna que el profesor, desconocedor de todo ello hasta el momento, descubre con gran asombro.

Aunque no hay que quedarse solo con ese dato, evidentemente, el tema de la homosexualidad es tan latente y tan duro y tan decadente desde la vista de la historia que nos cuenta Bolaño que bueno es ir un poco precavido.

La novela fascinara casi seguro a los incondicionales de Bolaño; pero no es la mejor para acercarse a ese Universo del que hablábamos antes, es una novela como veis oscura y difícil, laberíntica a ratos y que demanda mucho al lector. Una apuesta, a mi gusto, para iniciados Bolañistas.

Lennox de Craig Russell

15/02/2011

Cuando me enteré de la existencia de Lennox, cuando le eché un ojo a la trama y a la ambientación, al conjunto, me sorprendió bastante; como alguien, en los tiempos que corren, de buscar algo completamente distinto a todo, de modernas tramas, de violencia gratuita y recursos fáciles y vistosos, de peluqueros detectives, en fin, de modernizar el género, se atrevía a escribir una novela absolutamente clásica. Se ganó mi confianza al momento.

Y es que Lennox, es clásica hasta en el color, porque según Craig Russell nos contó, cuando la escribía, con una buena música de los cincuenta de fondo, en su cabeza, las imágenes de la novela, se sucedían en blanco y negro. Una apuesta así no es fácil, creo yo. Intentar sacar adelante un detective ambientado en los cincuenta hoy en día es una jugada arriesgada, solo hay que echar un vistazo en cualquier librería, pocos son los que hacen esta apuesta. Estamos rodeados de novelas modernas, algunas con toques sobrenaturales, muchas de detectives casuales, periodistas, peluqueros, policías retirados, jubilados, hackers, y un sinfín de perfiles distintos, y muy pocas de detectives de corte clásico, hasta hoy.

Si es verdad que hay novelas con detectives clásicos, pero la mayoría se escribieron hace años, en los tiempos de Chandler, Mcdonald o Hammett, era la norma.

Lennox es una novela ambientada en Glasgow, en los años cincuenta, con un detective duro, descarado, mujeriego, bebedor y que siempre se mete en líos. ¿A alguien le recuerda a algún otro detective? Pues olvidadlo, no se parecen en nada. Lennox, que así es como se llama nuestro detective, por supuesto que tiene mucho de Marlowe, no en vano Marlowe es el gran  icono de la novela negra de todos los tiempos, además de ser  una de las influencias directas de Russell, según nos confesó este. Nuestro Lennox es bastante diferente, aún y encajar con el perfil típico de detective clásico, Lennox tiene sus peculiaridades, y hace difícil una comparación con Marlowe, Spade o Archer.

Para empezar Lennox nació en Glasgow, pero creció en New Brunswick, en la costa este de Canadá, hasta que se enrolo en el ejército donde llegó a Capitán de la Primera División canadiense. Luchó en la segunda Guerra Mundial combatiendo en Italia, Holanda y Alemania. De allí se trajo una fea cicatriz en la mejilla, un carácter cínico, un humor fino como una navaja y  un alma triste y un poco deshumanizada. Lennox se rodea de mujeres fáciles, nunca profesionales, por las que siente primero deseo, luego pena y finalmente remordimiento, tiene una oficina en la calle Gordon, pero los auténticos contactos los hace en el bar Horsehead, entre las 7,30 y las 9 de la noche. Conduce un buen coche donde ¨…tener una bicicleta que realmente habías comprado en lugar de robarla ya te daba un nivel alto, así que ser dueño de un coche te confería un glamour hollywoodiense.¨ y vive en un apartamento situado en la parte alta de una casa de aspecto victoriano que comparte con una viuda, dueña de la casa.

Respecto al carácter, Lennox es duro sin llegar a ser demasiado violento, aunque en algunos casos esa deshumanización heredada de los combates de guerra, hacen que Lennox pierda el mundo de vista y golpee a su oponente prácticamente hasta la muerte. Sobre todo cuando ese alguien golpea primero y sin motivo aparente. En la mayoría de los casos  Lennox es un tipo dialogante y pacifico. Lennox hace pequeños trabajos de robos y desapariciones, pero su gran fuente de ingresos son Los Tres Reyes, los tres grandes mafiosos de Glasgow que controlan a partes iguales toda la ciudad y sus alrededores.

Así que ya veis que poco tiene en común con el resto de detectives que tantos buenos ratos nos han hecho y nos hacen pasar, más aún será la diferencia cuando leas Lennox y lo comprobéis por vosotros mismos.

En este primer volumen, Frankie un mafioso de poca monta, le pide a Lennox que investigue la muerte de su hermano, asesinado a sangre fría; pero Lennox se niega a hacer el trabajo. Al poco tiempo, Frankie también aparece asesinado, y Los Tres Reyes algo inquietos, le piden a Lennox que averigüe que se traían entre manos los hermanos y quien los ha matado. A partir de ahí Lennox investigara cada uno de los movimientos de de los hermanos hasta llegar, poco a poco a esclarecer que ha pasado para que los hermanos acabaran en el depósito de cadáveres y, lo más importante, que tramaban a espaldas de los tres mafiosos más importantes de todo Glasgow.

Un argumento a priori algo simple, que de ninguna manera defrauda ni afloja, y que por el contrario, sorprende  en la frescura y la complejidad, que no en la confusión. Una trama perfectamente engrasada, encajada y desarrollada que, con un Glasgow increíblemente bien dibujado y perfecto, nos ara disfrutar como nunca del sabor de las novelas negras de siempre, esas en blanco y negro que ya no se hacen, esas que hay que buscar en librerías de segunda mano, esas de las que luego, surgió todo.

Vale mucho la pena sumergirse en la niebla de Glasgow, conocer a Lennox, acompañarlo con su flamante Atlantic en busca de pistas. Lennox posee una moral peculiar, única, que poco a poco se va dejando ver a lo largo de la novela, una moral que va cambiando, madurando, endureciéndose a lo largo de la novela y que nos hace enmudecer hacia el final de la novela, de hecho al final del todo, en la última página. Una moral que, sedienta de algo más antiguo que la humanidad, nos ara desplegar una amplia sonrisa cuando lleguemos a la ultima letra de esta historia.

 

Russell escribe muy bien, con fluidez y buen ritmo, con claridad y sin remilgos. La traducción es correctísima y la edición buena. La segunda novela del detective Lennox ya está en las librerías y se llama El beso de Glasgow. Las dos están editadas por Roca Ed.

 

La hora de las sombras de Johan Theorin

08/02/2011

Quien me iba ha decir a mi que por fin iba a encontrar un Nórdico de mi gusto, un Sueco concretamente. Cuando decidí leer esta novela no  tenia ni idea de donde venia Johan Theorin, y tanto mejor. Después de que ni Mankell, ni Larsson, ni Maj Sjöwall y Per Wahlöö, me gustaran lo suficiente como para fiarme de la fiebre del norte, va y aparece Theorin, toma ya.

Tanto La hora de las sombras como La tormenta de nieve, primera y segunda parte respectivamente de El cuarteto de Öland, me llegaron a casa gracias a lo promoción de Bloguzz y Random house Mondadori, como ya os conté en esta entrada.

La escritura de Theorin es tranquila, pausada y serena, pero con mucha fuerza, puede que si tenga esa cosa del norte, no lo se, pero algo tiene, parece cubierta con un aura especial, te envuelve como la niebla, tranquilamente, y te cuenta una buenísima historia casi sin darte cuenta; quedas totalmente atrapado por la isla de Öland, la niebla que la cubre, el lapiaz, la costa y sus magníficos personajes.

Nada tiene que ver con ningún autor que haya leído antes de origen nórdico, nada.

La hora de las sombras puede dar la impresión de ser una historia triste; pero nada más lejos de la realidad. Julia perdió a su hijo Jens hace veinte años en la isla de Öland, el niño salió de casa de sus abuelos, aprovechando un descuido de estos, y se interno en el lapiaz que estaba cubierto por una espesa niebla, allí, Jens se encontró con un hombre, Nils Kant. Nunca mas encontraron a Jens, y Julia vive desde hace veinte años esperando el retorno de su hijo. Ahora después de tanto tiempo, Gerlof, padre de Julia y abuelo de Jens, que vive en una residencia en la isla, recibe una sandalia que puede pertenecer a su nieto desaparecido.

Theorin nos cuenta la historia sobre Jens en dos tiempos; pasado y presente. Por una parte nos contara la vida de Nils Kant, el último hombre que vio con vida al pequeño Jens. Su historia empezara en el año 1936 con un Nils Kant de 10 años y con una maldad difícil de controlar, y llegara hasta su vida adulta. Por otro lado, nos contara la historia de Julia y Gerlof en la actualidad, en la búsqueda de pistas sobre que fue de Jens aquel fatídico día. Los capítulos se alternan, y son bastante hipnóticos, es difícil dejar un capitulo a medias, Theorin tiene mucho arte en introducir giros en la trama que te hacen seguir pasando paginas sin querer cerrar el  libro, lo se, suena a topicazo, pero es así, lo juro!

Hay varios personajes con mucha fuerza en esta novela, Gerlof es uno de ellos, un hombre mayor, ochentón, con una enfermedad que lo llena de dolor en las extremidades un día si y otro no, con un fuerte sentimiento de culpa por la desaparición de su nieto, que aquel día estaba a su cargo, antiguo marinero que echa de menos el mar y atormentado de nuevo por la aparición de esa sandalia. Gerlof despide cierta ternura, que quizás derive de su edad, pero al tiempo, uno no puede pasar por alto la fortaleza que irradia, la obcecación por descubrir, ahora si, que pasó con su nieto, agarrado a ese pequeño hilo de esperanza en forma de inesperada sandalia. Es un hombre discreto, que no misterioso, reflexivo, tranquilo y que ve los días con cierto temor a que llegue uno en que no se pueda llegar a mover, un personaje perfectamente dibujado por Theorin, de carne y hueso que, Gracias señor Theorin, es el nexo en las cuatro novelas que componen El cuarteto de Öland.

Otro personaje con fuerza es Nils Kant, ultimo hombre que vio con vida al pequeño Jens y que según veremos durante la novela, sembró la maldad allá donde puso los pies. Un personaje crudo, malo, con cierta mirada de superioridad sobre el resto de la humanidad, lleno de autocomplacencia y con la mente fría y calculadora, un Nils Kant al que veremos evolucionar durante los años, crecer, observar, un Nils Kant lleno de sorpresas, de conflictos, y de engaños, un personaje fascinante y muy sorprendente.

Y por ultimo Julia, la madre de Jens, una mujer sumida en la pena perpetua, de baja por depresión, separada del padre de Jens y camino del alcoholismo. Julia, aún estar en estado de tristeza durante gran parte de la novela, es un personaje muy bueno, con cierto optimismo y esperanza, aún consciente de su desgracia,  y llena de deseo por alguna señal de Jens, aunque sea su cuerpo que ha devuelto el mar.

El resto de personajes de la novela son igualmente buenos, como los escenarios; las islas, los parajes, las casas, todo, Theorin, como ya he dicho escribe muy bien, diría que es de lectura dulce y amable, pese a que nos cuenta cosas un tanto crueles, no se parece en nada cualquier otro autor de novela negra al que hay leído. Theorin huye de lo escabroso, huye de la violencia gratuita y fácil, Theorin es sutil, casi inofensivo.

Olvidemos por unos días los tipos duros de la novela negra como Ellroy, Peace, Rusell, Bunker o Andreu Martín y disfrutemos de la tranquila e inofensiva isla de Öland aunque no sepamos que pasa entre la espesa niebla…

En cuanto lea un par de pendientes me pondré con La tormenta de nieve, segunda parte del cuarteto y que corresponde a la estación de invierno, a la que ya le tengo muchas ganas, y como sea igual de buena que La hora de las sombras, van a caer los cuatro títulos seguro.

Gracias de nuevo a Random House Mondadori y a Bloguzz por la oportunidad.

BCNegra 2011 (II)

04/02/2011

Hablemos sobre BCnegra. No me salio todo redondo, como era de esperar, mi horrible trabajo en el turno de noche acabó con todas las opciones de asistir a alguna mesa redonda a la que tenía muchas ganas de ir, pero el resto de cosas salió genial.

Pero empecemos por el primer día; miércoles día 2 de febrero, alegremente me bajo en tren hasta Barcelona y me voy volando a La Capella para asistir a  Nuevas miradas, nuevas voces. Narradores Britanicos¨, con David Peace, R.J.Ellory y Craig Rusell.

En la presentación, Paco Camarasa, alma y culpable de BCNegra, ya nos advirtió que el nexo común entre los tres autores era la contundencia. Podría haber dicho perfectamente violencia, pero corría el riesgo de alejar a posibles lectores de entre el público. Además, hago un inciso, en general, y solo es una observación, la mediana de edad entre los allí presentes era de 50 años, cosa que no deja de sorprenderme. He de decir que, de los tres presentes, yo solo he leído a dos, a Peace (1974) y a Rusell (del que tendréis reseña de Lennox en breve) así que por lo que sé, sin haber leído a Ellory, coincido en la contundencia de la que habla Camarasa.

Dicho esto y con los tres escritores allí sentados, pasamos a las preguntas, que fueron muchas y de las que, ya me perdonareis, no me acuerdo de todas. La cosa es que me lleve una libreta, como un profesional, pero olvide lo más imprescindible, un bolígrafo. Lo se, lo se, no se puede ser mas capullo. Intente lanzar todos los Twitts que pude, pero o twitteava o escuchaba, así que ice lo que pude. De los tres Ellory me pareció el más gamberro, el que menos miedo tuvo a hablar sobre su pasado y sus costumbres, Rusell, el más elegante de los tres, era quizás el mas experimentado y el mas tranquilo, ya era la segunda vez que venia a BCNegra, y Peace, para mi disgusto el que menos habló, me pareció el mas tímido, también era el mas joven, sobre la treintena, mientras que sus dos compañeros rondaban los cincuenta.

Una de las preguntas que mas me gustó fue sobre los mecanismos psicológicos que tienen para poder escribir sobre cosas tan bárbaras como asesinatos, asesinos, muerte, palizas, peleas etcetera. Rusell nos contó que siempre que investiga para un libro, llega a un punto que no pede traspasar, llega a un punto en que no es capaz de entender la maldad que el ser humano es capaz de infligir, entonces decide dejar de investigar y escribir con lo que tiene, nos dijo que para el lo mas importante es entretener al lector, que cuando ve que esta en un terreno demasiado escabroso, demasiado brutal, lo deja, cree que ya es suficiente, para el lo principal es entretener y no que el lector se suma en un pseudo depresión. Peace vino a decir lo mismo, cuando llega a un punto de brutalidad excesivo deja de buscar información. Tiene gracia que Peace lo diga, porque sus novelas son de las mas duras. Ellory a modo de explicación nos contó una anécdota: una vez investigando para una de sus novelas, compro un montón de DVD y revistas como material de trabajo, creo que sobre la guerra o el nazismo, eso no es importante, paso días enteros leyendo exclusivamente esos libros y viendo los DVD, hasta que un día, su mujer se presento en su oficina con una caja vacía y se llevo todo el material que el estaba revisando, le dijo que esto se había acabado y que tenia que volver a tener una vida normal, a tener un horario, tres comidas al día y a ver a sus hijos.

Otra pregunta que me interesó fue sobre la creación de los escenarios para sus novelas, Glasgow en el caso de Rusell, Yorkshide en el de Peace y una ciudad inventada en el estado de Georgia en el caso de Ellory. Este último nos contó que es huérfano, y que pasó su infancia rodeado de la cultura estadounidense, se pasaba las tardes viendo películas de la época dorada Hollywood con su abuela, escuchaba rock and roll y leía a los clásicos de novela negra, cuenta que la evolución fue natural, nunca se planteo que el escenario de su personaje no fueran los Estados Unidos. Peace creció en Yorkshide, rodeado de industria y cierta miseria, en un barrio obrero y pobre, cuenta que escribe sobre todo lo que conoce, sobre lo que le rodeaba en su infancia y adolescencia, y Rusell comentó que estando sus novelas ambientadas en los años cincuenta y siendo de corte clásico, el mejor escenario que se le ocurrió fue el Glasgow decadente e industrial de esos años, lleno de smog, callejones y matones a sueldo.

Hubo mas preguntas, no muchas más, porque los tres tertulianos tenían mucho que contar y el tiempo se agoto rápido, como no pude apuntar nada, y se hablo de muchas cosas, no seguiré contando para no dejarme cosas a medio describir. En general fue una charla muy buena, donde todos pudimos hacernos una buena idea de cómo son este trío británicos de tan contundente escritura, reímos mucho, reflexionamos bastante y aún hubo tiempo para ponernos un poco sentimentales.

Al final, como podéis ver por la fotografía, me acerqué a Peace que, muy amablemente y con no poca timidez, me firmo mi ejemplar de 1974.

El mismo miercoles a las 19:30 en La Capella había ¨Öland i Lewis. Islas negras¨ Con Peter May i Johan Theorin, pero por desgracia este es el acto que me perdí gracias a mi trabajo…

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Segundo día; jueves 3 de febrero, esta vez bajando en coche, me acerco a las oficinas de Roca Editorial a un encuentro con Craig Rusell, hora del evento, las 14:00 hrs.

He de reconocer que tenía muchas ganas de ver una editorial por dentro, como es o como  funciona. Además me hacia mucha ilusión que hubieran pensado en un blog tan modesto como este para la ocasión. Así que bajaba con cierto nerviosismo por esos motivos, sumados a estar muy cerca de Rusell y de gente del mundillo.

Nada más legar ya vi que seriamos pocos (nerviosnerviosnervios) en concreto éramos: El responsable de El placer de la lectura, que venia desde Madrid, Jose del blog Cruce de cables, dos chicas bibliotecarias, la editora de Rusell, J.Bernal de Roca Ed. que es quien me invitó al evento y mas tarde se sumaron a la mesa Xavier Borrell y un compañero suyo de LLegir en cas d´incendi y el escritor Raúl Arguemí. Pude conocer también al llegar a la escritora Cristina fallaras, flamante ganadora del Premio Internacional de Novela Negra L’H Confidencial 2011 con Mis niñas muertas, que publicara dentro de poco Roca Ed. Pero ella se marcho enseguida y no se quedo a la charla.

La gente de Roca Ed nos trato muy bien, excelente, generosos y amables de principio a fin; nos pusieron un montón de comida y bebida para que no nos saltáramos la hora de comer, nos ofrecieron un pastel de postre y colmaron de café a todo el que quiso. Mientras, nuestra charla con Rusell iba viento en popa, la editorial nos había puesto un intérprete y no se nos escapaba nada. Rusell es un tipo elegante, amable, cercano y muy hablador, nos contó sus mecanismos para imaginar a Lennox, su detective, nos contó el porque del carácter duro de Lennox, su pasado, un poco de su futuro, habló de Glasgow, del Glasgow de sus libros, hablamos del libro electrónico, del futuro del libro, nos dijo que Lennox es un personaje complejo y que eso le gusta, porque le exige mucho como escritor, nos habló de su padre, que había sido militar y había estado en la guerra, y nos dijo que mucho de su padre estaba en Lennox.

Habló sobre la evolución del personaje y de cómo este se siente mayor con solo 34 años, y que debido a su pasado como militar, ve que su vida apenas tiene sentido, nos hablo de que seguramente sufre lo que se llama síndrome de estrés post traumático.

Fue una mesa redonda fantástica, donde también reímos un montón y donde hablamos de libros muchísimo, antes de que llegara Rusell, y después también con el.

Al final Roca Ed nos obsequio con una fantástica bolsa para llevar nuestras cosas y un ejemplar de El beso de Glasgow, el nuevo libro de la saga del detective Lennox.

Y Rusell me firmo mi ejemplar de Lennox, ¿lo dudabais?

Muchas gracias  Roca Ed y a J.Bernal invitarme a esta presentación, ha sido fantástico. A ver si hay suerte y me invitan a mas!


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