Durante este verano, me ha costado encontrar un buen sitio para leer. Me ha costado encontrar un sitio alejado de las moscas, del calor y de los ruidos. Comentare por enésima vez que odio el verano. Odio el verano. De todas maneras conseguí encontrar en estos días fuera de casa un pequeño espacio para leer. La 1 de la madrugada es un momento excelente para leer.
Así pues, otro de los títulos que llevaba en la maleta, y que pude leer en mis madrugadas, era este pequeño libro de relatos de Steinbeck. El libro consta de 4 relatos unidos entre si: El Regalo, Las grandes montañas, La promesa y El guía de la expedición, todos ellos englobados con el nombre de El pony colorado. El protagonista de estos relatos es Jody, un niño de 10 años que vive en un rancho en el valle de Salinas, California. Compañeros de reparto en estos relatos son, su padre Carl de dura disciplina y pocas palabras, su madre, siempre en la cocina y también de duras normas, y el bracero Bully Buck, jornalero en el que Billy posa toda su credibilidad y toda su esperanza, personaje de vital importancia en la mayoría de estas historias
En el primero de los relatos, El regalo, el más extenso y uno de los más duros, a Jody le regalan un pony colorado procedente de un circo. Jody debe cuidar de el, mantenerlo limpio, cepillado, alimentado y sano, todo eso sin descuidar sus tareas y sin faltar al colegio. Con esas directrices claras, Jody se impregna de una madurez y de una energía impropia de un niño de su edad, realiza todos los trabajos con un ahínco insuperable. A jody, su padre no le dejara montar al pony hasta el día de acción de gracias, puesto que no esta domado. El niño debe encargarse de su doma y de que este listo para el gran día. Todo el cuento es espectacularmente tierno, la lucha de Jody contra el tiempo, propia de un niño de su edad es muy intensa, sus pensamientos, sus miedos…
No es un relato de final feliz, es mas, tiene un final de una crudeza tal, que te pone los pelos de punta, incluso la emoción puede llegar a desbordarse…
Jody aprende una lección de la vida sumamente importante, los adultos no poseen toda la verdad, no son el oráculo.
En el segundo relato, Las grandes montañas, nuestro pequeño héroe, queda fascinado por un personaje que llega al rancho desde muy lejos, El Gitano. Un extraño hombre que dice haber nacido allí y que únicamente ha regresado a morir en su casa. Este relato es corto, con un final algo extraño, y en el que Jody siente la curiosidad y la gran novedad de un extraño.
El tercer relato La promesa, es otro de los crudos. Carl el padre de Jody, le propone a este llevar a una de las yeguas a otro rancho vecino para que sea preñada por un semental, Jody podrá hacerse cargo del potro a partir de su nacimiento. En este relato, Jody vuelve a cargar con una responsabilidad impropia de su edad, con una madurez desmesurada. Cuida de la yegua durante todo el embarazo, la mima, la atiende, la asiste, establece con ella un vínculo que va más allá del propio embarazo. La tremenda ilusión que nace y que crece en Jody, y de la cual Steinbeck nos hace totalmente participes, es abrumadora; sueña con el potro, le pone nombre, imagina su color, su fuerza…
Tanto es así que el final del relato, como ya sucedido con El regalo, nos golpea duramente y nos deja un amargo sabor de boca. Nueva lección para Jody…
Y en el cuarto y ultimo relato, El guía de la expedición, Jody asiste a la visita de su abuelo materno, un hombre mayor y denostado por su padre que lo considera un viejo y un perdedor. Jody esta fascinado por su abuelo, que visita tras visita, cuenta la misma historia sobre los indios una y otra vez, en la que condujo una expedición de caravanas a trabes de las praderas hasta la costa. Jody siente una admiración tremenda por el abuelo, mientras que su padre no hace más que interrumpirlo en su relato y llamarle la atención sobre su repetición del mismo. Un cuento inmensamente tierno.
Steinbeck me encanta, me fascina cuándo nos describe el arrabal de Monterrey. Ahora me ha embrujado con esta novela iniciatica, estos cuentos reunidos, que se leen con el corazón alborotado, oliendo el maíz maduro, oyendo el caño de agua fresca del que Jody bebe, palpando los duros muslos de los caballos. Un pequeño libro para entrar en el mundo Steinbeck y quedar totalmente seducido de por vida.
Y tampoco voy a decir por enésima vez que lo edita Novona en una edición fantástica y que gracias a esta editorial podemos leer este y otros muchos textos recuperados del fondo de algunos cajones…