Archive for septiembre 2011

Homicidio de David Simon

11/09/2011

Homicidio te va a encantar si: a) eres fan de Ed McBain, b) eres fan de Joseph Wambaugh o c), te gusta esa enorme serie llamada The Wire. Si no cumples ni a, b, o c tranquilo, también te va a gustar y mucho.

Homicidio es el resultado de un año de duro trabajo, un año de ser la sombra de los inspectores del departamento de homicidios de la policía de Baltimore. David Simon, que en aquel momento era un joven periodista del Baltimore Sun, y que cubría los sucesos del periódico, tubo la brillante idea de seguir a la brigada de homicidios durante un año, cada día y durante todos los turnos. El resultado es un excelente libro de setecientas páginas, donde los tres turnos de homicidios, con sus dieciocho inspectores, nos cuentan como funciona el departamento de homicidios de Baltimore. Simon lo cuenta todo, desde las dificultades a las que tiene que hacer frente un inspector para conseguir un vehiculo, hasta como procesar la escena de un crimen, todo, y de una manera sublime, con un toque irónico, cómico, desbordante de humor negro y tan real como el agua que cae del cielo.

Porque si David Simon no nos avisara que estamos ante un trabajo periodístico, pensaríamos, yo desde luego, que estamos ante la novela policíaca mas ambiciosa de este siglo, el gran sucesor de Ed Mcbain, un chalado que se ha inventado un manual de setecientas paginas del procedimiento policial de la brigada de homicidios de Baltimor, la madre que lo parió.

Pero no, todo lo que se cuenta en Homicidio es real, las frustraciones de los casos no resueltos, los interrogatorios, las tretas de los abogados, las declaraciones, las escenas de los crímenes, el papeleo, los informes, las llamadas de madrugada, todo. Y esta contado tan detalladamente que parece pura ficción, excelente y pura ficción. Simons nos muestra una parte de homicidios que no conocemos, que no retratan la series de televisión, y es esa parte en que los agentes no tiene una sola prueba para seguir a delante con sus casos, esa aparte en la que se agarran a un huella parcial conseguida in extremis y que aún así no los lleva ninguna parte, esa parte en que no hay ningún testigo, en que medio barrio ha visto la cara del asesino y aún así nadie dirá una palabra, esa parte en la que se cierran casos dolorosos por falta de pruebas, esa parte donde se investiga a compañeros policías por un tiroteo sospechoso y nadie colabora para encerrar a un compañero que estaba haciendo su trabajo, esa parte donde las pruebas contra esos compañeros se pierden o las declaraciones cambian, esa parte donde no le puedes retorcer un brazo a un tío en un interrogatorio aunque sabes que ha matado a otro, porque si lo haces te ganaras un buena reprimenda. Todas esas situaciones fuera de lo conocido, de lo común y tantas otras conocidas por todos, están diseccionadas en las páginas de Homicidio.

Para que os hagáis una buenísima idea, las páginas de la 31 a la 40, son puro delirio, un extracto de la página 33:

La televisión nos ha dado el mito de la caza frenética, de la persecución a toda velocidad, pero en realidad no existe nada así; de lo contrario, al Cavalier se le saltaría una biela al cabo de una docena de manzanas y te encontrarías rellenando un formulario 95, que presentarías a tu oficial al mando explicándole por qué  habías causado la muerte prematura de un cuatro cilindros propiedad de la ciudad. Y no hay peleas a puñetazo limpio ni tiroteos: los días gloriosos en que se podía tumbar a alguien cuando se acudía a solucionar una disputa domestica  o en los que se disparaba un tiro o dos en algún atraco a alguna gasolinera terminaron cuando dejaste la patrulla y fuiste al centro de la ciudad. Los policías encargados de los asesinatos, siempre llegan allí después de que los cuerpos hayan caído, y cuando un inspector de homicidios sale de la oficina, tiene que esforzarse por no dejarse su pistola en el cajón superior derecho de su mesa. Y, desde luego, no hay momento totalmente perfectos en los que un inspector, siendo un asombroso científico con sobrenaturales poderes de observación, se inclina  para ver mejor un fragmento manchado de alfombra, saca de él un fibra característica de pelo cobrizo caucásico, reúne a sus sospechosos en un salón exquisitamente amueblado para inmediatamente decirles que el caso esta resuelto.

Ese es el tono general de la novela, que se mantiene y en ocasiones se agranda, pero que nunca decae. Durante la novela seguiremos diferentes casos en los tres turnos de homicidios, algunos se resuelven, algunos se archivan y algunos se reabren, tan real, tan doloroso, tan eficiente. Es sorprendente la burocracia interna de homicidios, es sorprendente la fricción entre los turnos, la competitividad, la relación entre los inspectores de los turnos, las desconfianzas, las miradas, los secretos a voces, lo motes, la admiración, el respeto, la veteranía; un turno es como una pequeña familia de seis miembros, con un objetivo común, vencer, resolver, aclarar y seguir vivos.

David Simon escribió Homicidio y mas tarde escribió The Corner (La Esquina), de ambas novelas nació la serie The Wire que he citado antes. Es una serie que no os podéis perder y que ya va por su quinta temporada, Simons es productor y guionista.

Mi única recomendación para leer la novela es que no os peguéis un atracón, no hagáis un maratón, os ara mas mal que bien, no es una novela ligera ni sencilla. Homicidio tiene su propio ritmo, y aunque es adictiva es bueno tomárselo con alma. Os daréis cuenta enseguida quien os cae bien y quien creéis que es un maldito engreído, tendréis inspectores favoritos y enseguida sabréis que los ¨uniformes¨ nunca van con cuidado en la escena de un crimen, empatizareis con muchos de los inspectores de homicidios de Baltimore y, cuando cerréis la ultima pagina, sabréis mas sobre el procedimiento policial de homicidios de Baltimore que millones de los ciudadanos que cada día circulan por sus ajetreadas y peligrosas calles.

Quedaros con un nombre, Jay Landsman.

Próximamente aquí; La esquina.

Homicidio

David Simon

Principal de los Libros 2010

699 paginas.

Ocho millones de maneras de morir de Lawrence Block

04/09/2011

La cosa podría ir así:

 Querido Matt:

 Estas jodido amigo, se nota, se puede sentir en cada palabra tuya, en cada susurro, en cada silencio. Me han contado tu ultimo caso hermano, me han contado todo lo que ha sucedido, me han contado como te sientes, como estas. Y sabes que esto no puede continuar así, porque puedes morir.

 Me han contado lo de Kim, esa prostituta de lujo que vino a pedirte ayuda para dejar a su chulo, me han contado como la ayudaste; un trabajo sencillo y bien pagado, ¿demasiado bien pagado Matt? Y me han cotado como la mataron Matt, como se ensañaron con ella y como eso te ha afectado Matt, como se ha convertido en algo personal, en algo que no te deja vivir Matt. Matt Scudder estas mas allá del caso hermano, estas más allá de cualquier cosa, este caso te ha afectado tanto que, voluntariamente, te has borrado de la faz de la tierra. Has olvidado vivir, has olvidado quien eres y has olvidado todo cuanto conoces, incluso has olvidado a tus hijos Matt.

 Y podría continuar así:

 Te lo ha dicho el medico, puedes morir. Mantenerte sobrio ya no es cuestión de orgullo, ni de valor, la última vez que bebiste demasiado Matt perdiste tres días de tu vida, tres días borrados de tu memoria Matt, te encontraron en el suelo con un ataque epiléptico y en plenas convulsiones hermano, dejar de beber es cuestión de supervivencia, ¿Qué sucedió Matt? ¿El recuerdo de Kim no te deja vivir? Eres alcohólico Matt y lo sabes, basta de excusas, sabes que no puedes tomar solo una, pero si ni si quiera eres capaz de hablar en las reuniones de Alcohólicos Anónimos, te limitas ha escuchar y beber café, ha juzgar a todos cuantos están en la sala, y a largarte si el que habla es demasiado aburrido para ti. Siento ser tan duro contigo hermano, pero tu vida esta en juego, y este caso esta acabando contigo.

 Me han contado como te han visto junto a Chance, ese chulo de putas de lujo, ese negro con clase, adinerado y con aires. Matt esa clase de compañías no son las mejores, búscate un padrino como te ha sugerido Elaine, y empieza de nuevo, deja el caso de Kim, ya no puedes hacer nada por ella, por no hablar de las amenazas que te han hecho llegar si no abandonas el caso, alguien quiere acabar contigo hermano y lo va ha hacer mas rápido que el alcohol.

 Suceden cosas horribles cada día hermano, mueren putas cada día, Kim no era diferente al resto de esas mujeres. Bajó de su autobús con un sueño, pero seis meses después se acostaba con hombres por dinero, tomó el camino más fácil y más rápido para hacer dinero, tenía un cuerpo de esos que uno jamás olvida, y sabía como utilizarlo. La vida, esa gran paradoja Matt;  ahora que Kim había decidido volver a intentar vivir su sueño, alguien decidió acabar con ella  para siempre. Y desde luego no fue culpa tuya.

 Matt, hermano, amigo, ya basta de ¨me llamo Matt y paso¨ es hora de levantarse y hablar, de acabar con todo esto, de volver a llamar a los tuyos, de dejar dinero en los cepillos de la iglesia, de enfocar el mundo con ojos sobrios, de pensar limpiamente, es hora de volver a ser Matt Scudder, ese tipo honorable, sincero y honesto que conocí en aquella vieja historia que alguien me contó una vez llamada ¨Los pecados de nuestros padres¨

 

Recibe un gran abrazo de tu amigo,


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