Paisaje

…decidí pintar mi casa de verde, es un buen color, es un color que destaca entre los blancos aburridos de las casas de mis vecinos, mi casa es verde manzana, de un verde manzana que dan ganas de darle un buen bocado a la pared; y hace contraste con el marrón del volcán, ese volcán vecino que hay justo detrás de mi casa, ese gran escupe fuego marrón que algún día nos puede dar pase infinito, eterno, ese volcán espectacular que se ve perfecto desde el sillón del comedor a trabes del ventanal, ese sillón en el que me siento a leer, en el que charlamos, ese sillón verde como mi casa, desde ese sillón se ve majestuoso ese volcán de color marrón, perfecto y precioso, silencioso y durmiente; y también desde el salón, se ve perfectamente la estrella que corona mi árbol de navidad, el árbol anual, el que los vecinos me reclaman un día tras otro que desvista y termine, que quite las mágicas luces, que lo desnude, ese árbol solemne y enorme que preside mi jardín, que da sombra a mi coche, también marrón, y da cobijo a tantos plumíferos que ponen banda sonora a mis días, ese árbol galán que le guiña un ojo al ambarino sol que inunda todo el conjunto que es mi vida, que es mi regalo…