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El muñeco de nieve, de Jo Nesbo

02/09/2013

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Bon IverI Can’t Make You Love Me

Supongo que esto es fácil. Sencillo. Lo supongo. Lo espero.

Aún tengo marcas. Cicatrices. Las barreras destrozadas, los muros caídos.

Supongo que lo recordaréis.

Es difícil olvidar los golpes. Quedan señales.

Pero esto va a ser fácil.

Lo necesito.

Cuando llegó a casa, Harry intentó masturbarse delante del fregadero, pero terminó vomitando y levantó la vista hacia el almanaque que había colgado de un clavo debajo del armario. Tenía fotos de los tres.

Y una mierda va a ser fácil.

Me pregunto una y otra vez que tiene Hole. Qué demonios tiene Hole. Me anula. Me seduce y me fascina y me duele. Cada fibra de mi cuerpo se estremece con Hole, se emborracha con Hole, llora con Hole, YO soy Harry Hole. Un día. Dos días. Tres días. Semanas. Meses.

Soy Harry Hole. Huelo a Harry Hole.

Tiene gracia.

Puede que un día llegue a odiar a Nesbo. A odiarlo por crear a Harry Hole, por hacerlo posible de una manera intangible, fugaz, febril, intima. Por no dármelo de verdad.

Flaquezas.

Carencias.

Cómo Hole siente que no tiene a Rakel. Ni a…los del club. Y apenas dignidad. Ni cordura. Ni compañía. Ni aliento.

¿Cómo os sentís cuando veis un gran incendio? ¿Un incendio que lo devora todo, que solo deja restos calcinados a su paso, virulento y atroz?

¿Cómo?

Fascinados. Hipnotizados. Sumidos.

No podéis dejar de mirar.

Igual que no podréis dejar a Hole. Con sus demonios, con sus inseguridades, con sus dudas. Beberéis el aliento de Hole. Su miedo.

No podréis dejarlo solo. Por si acaso.

Por si acaso.

Hay una calle vacía. En plena noche el viento azota una figura solitaria plantada en medio de la carretera. La figura se tambalea desorientada aguantando estoicamente un vendaval frío, húmedo y violento. Decidiendo ir en alguna dirección. Confusa.

Eres tú.

Eres tú inmerso en la vida de Hole, en la vida de Katrinne, en la vida de Rakel.

Metido de lleno en El muñeco de nieve.

Aguantando el vendaval, intentando decidir qué dirección tomar. Sin parecer demasiado estúpido. Desechando opciones en cada capítulo, fascinado y absorto.

Cómo nos exponemos a una historia, predispuestos, abiertos, hambrientos. Muchas veces de una manera inconsciente, insensata. En un ritual íntimo de entrega. Sin condiciones.

¿Hemos llegado al Nesbo perfecto?

Si

Al maduro, al limpio, al lucido. Al Nesbo que ha escrito su mejor novela, la mejor de todas. Al Nesbo que nos ha dado al mejor Hole posible; tranquilo, brillante, sereno, íntimo, cercano, dolido, un Hole esplendido, sobresaliente. El Hole perfecto.

Un Lobo solitario entre triunfadores, entre ganadores morales, entre felicidad familiar, entre ascensos, caras nuevas, abstemia, dolor y fantasmas. Un mundo gris que gira a negro cuando empiezan a desaparecer mujeres, mujeres casadas con hijos. Desapariciones con un patrón casi idéntico. Desapariciones con un inquietante y turbador punto en común. Un muñeco de nieve en la escena de las desapariciones.

 Obsesión.

Por el pasado, por el presente, por el futuro, por el amor, por el odio. Obsesión turbadora e insana, locura y miedo. Ese motor que nos mueve sin aliento. Que nos da una fuerza y una fe imposibles.

Lo veréis. Lo sentiréis. Cómo una fría puñalada en el estómago, lenta y mortal.

Trató de moverse, pero no consiguió desprenderse de aquella mirada rota. Una mirada rota y acusadora. Que lo acusaba de no haber hecho algo, y aunque él no sabía qué, sí sabía que debería haber podido averiguarlo, debería haber podido pararlo, debería haber podido salvarla.

Levantar muros, recuperarse, avanzar.

Defensas. Cicatrices. Recuerdos.

Nesbo, me debes a Hole en carne y hueso, mamón.

El muñeco de nieve

Jo Nesbo

RBA-Serie Negra 2013

492 páginas.

El redentor, de Jo Nesbo

12/03/2012

Antes de nada.

Pinchad AQUÍ.

Dadle al play y subid el volumen. Cerrad los ojos unos segundos.

Ahora, ya.

Se te pueden quedar las tripas horriblemente duras. Puedes tener la sensación casi permanente y feroz de que todo da vueltas. Puedes responder ¿Qué? , ¿Cómo? A todas y cada una de las preguntas que te formulen. Incluso puedes mirar alrededor sin conocer.

Una a una todas tus barreras irán cayendo.

Una a una.

En un momento concreto la última defensa caerá irremediablemente, con un sonido flojo y apagado. Tu último muro cederá. En un momento concreto que sé cual será. Porque lo he vivido. Y tendrás que seguir, Indefenso y aturdido.

Mi ejemplar de El redentor está para tirar.

Esta tan manoseado, marcado y viajado que voy a tener que comprar otro.

Tiene incluso un par de limpias y sinceras lágrimas.

Mis defensas aguantaron poco.

Hay una parte de Hole que me parte en dos. Que destroza mis intentos por mejorar eso que llaman ser sociable. HoleHoleHole. Solitario, justo, cabezota y débil.

Harry Hole.

Hay una parte de Hole que hace que lo siga allá donde va. Que hace que sus desgracias sean las mías. Que hace que sus miedos sean los míos. Hay una parte de Harry Hole que se filtra lentamente en mí, que se cuela, que penetra en todas las pequeñas partículas de mí, y me despedaza.

Harry Hole.

Ese mismo Harry Hole hace que las novelas de Nesbo sean odiosamente buenas, odiosamente sociales, odiosamente turbadoras. Ese mismo Harry Hole tan marcado, tan bien esbozado, tan como un padre, tan como un hermano mayor.  Ese mismo Harry Hole que aguanta el peso, que  lo soporta, que lo arrastra. Un Harry Hole humano hasta la medula, enamorado de una mujer que no puede tener. Un Hole lleno de fantasmas, un Hole perfecto en las imperfecciones. Un Hole perdedor. Un Harry Hole que recae en ese pozo profundo y dulzón que lo desorienta y lo atormenta.

Harry Hole.

Y que en El redentor está sublime.

Está excelso.

Está Glorioso.

El redentor sube, sube y sube. Y te deja en las alturas, con los oídos taponados, el corazón acelerado, la adrenalina fluyendo y los sentidos disparados. Te abandona allí, confundido pero alerta. Asustado. Y allí arriba te deja hasta el final, hasta que está seguro de que has perdido el miedo. Entonces te empuja. Y caes a toda velocidad, de nuevo con los sentidos disparados hasta aplastarte contra el suelo.

Sí.

Nesbo ha escrito un libro con una de las tramas mejor construidas que he leído; mejor hilada, mejor desarrollada y mejor concluida. Un libro redondo de principio a fin. Porque no es sólo Hole el que está brillante, no es sólo que Nesbo haya creado y desarrollado uno de los mejores detectives que hay en la actualidad, no, es eso y TODO lo demás; es su forma hipnótica de arrastrarte página a página sin que puedas oponer resistencia alguna, es esa trama que sube y que baja y que vuelve a subir y que vuelve a bajar y te da un ligero respiro entre párrafos para apuñalarte y salir corriendo dos palabras después. Es la sobriedad y la oscuridad camufladas de sencillez para que creas que estás seguro y bajes la guardia, es la maldad feroz que no ves venir y que te pilla con los pantalones bajados, la polla fuera y cara de imbécil.

Sí.

Alguien mata a otro alguien de un certero disparo, a sangre fría a exactamente dos metros de distancia, en medio de una gran multitud, en las fechas de más hermandad, de más felicidad. Y se larga sin más. Su último trabajo. Y Hole tiene un jefe nuevo. Un nuevo jefe que no le da vía libre como Moller, un nuevo jefe que quiere saber  todo lo que pasa en comisaria, un nuevo jefe  que es una sombra, un tipo duro, una molestia. Un nuevo jefe que en nada se parece a su amigo Moller.

Y echa de menos a Rakel.

Y a Oleg.

Y los fantasmas vuelven una y otra vez.

Muros. Defensas que levantamos para que nada nos afecte. Protecciones para resguardarnos. Aislarnos.

Como Hole.

Pero un día caen. Todas acaban cayendo.

Todas.

Incluso los tipos más duros como Hole se acaban viniendo a bajo.

Defensas.

Harry Hole.

And now all your love is wasted
And who the hell was I?
I’m breaking at the bridges
And at the end of all your lines

Who will love you?
Who will fight?
Who will fall far behind?

 

 

El redentor
Jo Nesbo
RBA Serie Negra 2012
540 páginas.

Petirrojo de Jo Nesbo

25/07/2011

Creo que ya no quedaba nadie de mi entorno sin hacerlo, todas mis amistades de género y muchas de ellas que no lo son, me recomendaban una y otra vez a Jo Nesbo. Y teniendo Petirrojo descansando en el montón de pendientes, no pude más que hacer caso a la mayoría. Que tenía razón, una vez mas.

Nesbo, uno de los nórdicos mas americanos que he leído, aunque he leído pocos, porque del resto solo me hablo con Theorin, que yo y los nórdicos no nos llevamos demasiado bien. Y es muy americano, si. Nesbo escribe con ese ritmo y estilo al que estamos acostumbrados los lectores de novela negra americana, esa falsa sencillez en las descripciones, en los diálogos, esa escritura visual, como de película, sumado a un policía, Harry Hole, que bebe de innumerables detectives de todos los tiempos, pero que aún así posee una enorme personalidad. Si Nesbo ambientara sus novelas en Estados Unidos no se notaría su procedencia, y estaríamos ante un fenómeno como el de Michael Connelly, por ejemplo. Y no es que Nesbo venda poco, sucede que aquí solo hay tres novelas traducidas de las más de diez que ha escrito.

Nesbo es adictivo. Y en gran parte es por esa manera de escribir que tiene, alejándose del estilo de sus compatriotas nórdicos que tiene un ritmo lento, tranquilo, intimo y más descriptivo y detallado, Nesbo es mas eléctrico, sin llegar a ser un Connelly, pero lo suficiente para marcar la diferencia. También Hole contribuye a esa adicción, Hole es un personaje al que se le coge mucho cariño, un policía cercano y no carente de sentimientos, de desgracias, sumido en el alcohol y en la tristeza. Durante el desarrollo de la novela conocemos a un Hole con problemas de alcohol, que lejos de mantenerse distante y frío como otros detectives, se nos ofrece cercano, vivo, y al que vemos en progreso, con sus altos y bajos, con sus manías; como muchos otros, por supuesto, pero Nesbo a sabido acercarnos a Hole de una manera tierna, de una manera en la que al cerrar el libro, ya lo estamos echando de menos. Lo juro.

Y la trama, claro. Una historia de casi seiscientas paginas con numerosos flashbacks entre las trincheras Nazis en 1944 y la época actual. En los flashbacks conoceremos a diversos comba-tientes noruegos que se han alistado a las ordenes del ejercito de Hitler para luchar contra los rusos y defender Noruega de la amenaza comunista, y en la época actual tenemos a Harry Hole, un policía con un pasado difícil y demasiado enganchado al alcohol, pero que hace muy bien su trabajo, tan bien que en una operación de vigilancia le pega un tiro a un agente secreto americano al confundirlo con un terrorista. También tenemos a un personaje que según sabemos es de edad avanzada, esta sumamente enfermo y se ha comprado un rifle muy caro y muy potente. Y esta pensando en disparar a gente.

Una buena novela que se lee de un tirón, y que si además, os gusta la época en la que Alemania se quería comer el mundo, os encantará. Olvidad las seiscientas páginas, la novela se abre poco a poco pero con ritmo, con solidez, y las páginas pasan sin apenas advertirlo, dándonos a demás unos cuantos derechazos cuando menos lo esperamos, incluidas las paginas finales, y dejando como no, alguna cosa sin resolver.

Las siguientes novelas de la serie de Harry Hole son Némesis y La estrella del diablo, que no tardare mucho en leer.

Petirrojo
Jo Nesbo
RBA Serie Negra 2008
540 paginas.


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