Una nueva propuesta del club de lectura, que aprovechando que estaba en la pila de pendientes, he leído con mucho gusto. La tercera novela de Chandler que se cruza en mi camino, primero vinieron, El largo adiós y El sueño eterno. Una gozada, Chandler es un maestro. Novela negra clásica cien por cien, sin equivocación, el origen del género negro en todo su esplendor.
Nuestro querido Marlowe, tropieza con un tipo enorme recién salido de la cárcel que dice llamarse Moose Malloy y que esta buscando a su antigua novia Velma. Un tipo enorme vestido de una manera muy peculiar, en un barrio de negros y con muy mal humor solo puede traer problemas, si además, sumamos la capacidad intrínseca que tiene nuestro detective para meterse en problemas, ya tenemos los elementos para un buen lío. Pero la cosa no acabara ahí, Marlowe recibirá además una llamada para realizar un sencillo trabajo de guardaespaldas, un par de horas de trabajo bien pagadas y listo, pero como es de ordinario ese trabajo no sera tan sencillo como imagina.
287 páginas de wihskys, sombreros, policías corruptos, bonitas mujeres muy peligrosas, chantajistas, indios apestosos, cigarrillos, casinos, pistolas, palizas, más mujeres, más policías… buena novela negra donde lo que menos importa es quien empuño el arma, por que llegados a ese punto hemos absorbido tanto el lenguaje, la narración, el paisaje y a nuestro héroe, que no deseamos que se acabe, no queremos que Marlowe desenmascare al asesino, al chantajista, al traficante o al poli corrupto, queremos que se demore pagina a pagina, queremos que sus increíbles frases sigan dejando pasmados a todos sus interlocutores, que les haga enrojecer de ira, que les haga desearlo aún mas. Y es que Marlowe es un tipo duro e ingenioso, y que se mete en demasiados líos…
Me encanta Marlowe, no lo puedo evitar, es el arquetipo de detective privado con el que yo soñaba ser cuándo era pequeño, y creo que con el que sigo soñando a día de hoy dormido y despierto, un tipo con unas pelotas, más duras que el hierro.
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En otro apartado de cosas, quiero darle las gracias a Carmina, que capitanea un fantástico blog llamado De tinta en vena, por conceder un premio a este blog, un premio llamado Alma con arte. Este premio tiene asociadas unas reglas, que son una serie de preguntas y unas menciones, y me perdonareis, pero soy algo celoso de mi intimidad, llamémosle vergüenza y me voy a saltar todas esas reglas. Espero no parecer borde. Únicamente le pasare este premio a una buena amiga bloguera que se llama Lala y que tiene este fantástico blog, ya que la mayoría de los blogs que leo ya tienen este premio o simplemente muchos de ellos ni siquiera saben que les leo.
Muchas gracias Carmina por pasar por aquí y hacerme merecedor de ese pequeño gesto de amistad.