Esta es la segunda novela ambientada en África que leo. Y poco o nada tiene que ver con la anterior que leí, Diablos de polvo. Es una estupidez, lo sé.
No conocía de nada a Deon Meyer, u par de líneas de la bio: Nacido en Sudáfrica en el 58, creció en una de las zonas mineras más ricas del país africano. Después de pasar por la universidad se dedicó al periodismo, que ejerció hasta que lo de escribir novelas le ha reportado lo suficiente para poder vivir de ello. Ha escrito hasta el momento una docena de libros que han sido traducidos a más de veinticinco idiomas y con los que ha ganado numerosos premios como el Barry Award o el Gran Prix de Littérature Policière.
Cojonudo.
Ah, es blanco, por si os lo preguntabais. Y usas gafas.
Meyer ha escrito una novela que hace equilibrios entre el thriller y la novela negra con ciertas licencias, o sea, alejada de la novela negra más convencional. Vamos, que para unos será un thriller, y para otros, una novela negra de mente abierta, de amplias miras.
No me miréis así.
El argumento gira en torno a Emma Le Roux, una mujer Sudafricana, afrikáner para más señas y de familia adinerada. Emma es atacada en su lujosa y segura casa por tres personas con pasamontañas que, claramente, intentan acabar con su vida. Emma logra largarse a tiempo medio desnuda y refugiarse en casa de un vecino. A raíz del incidente, Emma contrata un guardaespaldas. La empresa se llama Body Armour y el elegido es Lemmer.
Lemmer es cualquier cosa menos simpático. O hablador. Y por supuesto no está exento de un pasado turbulento. Lemmer se toma muy en serio su trabajo, mantiene la distancia, y siempre esta alerta. Y es humano claro. Y hombre también, claro.
Y Emma esta buenorra. Las cosas claras.
La cosa se complica cuando Emma decide buscar a su hermano, Jacobus, que despareció hace más de veinte años. Y al que se dio por muerto en una refriega con la guerrilla.
¿Por qué ahora? Porque Emma jura que lo acaba de ver por televisión.
Meyer escribe con dinamismo y fuerza, claridad y bastante sencillez, la historia está perfectamente hilada y llena de la justa testosterona que hace te lances a leer sea cual sea la hora del día. Y tiene el justo toque de sexo para que le puedas dejar la novela a tu vecina sin que te la devuelva con una mirada de furia en los ojos y en la que se lee PERVERTIDO.
Meyer le da el toque de thriller, no solo por la rapidez que tiene la novela, si no por el contenido. Safari sangriento, más allá de la historia de Emma y Lemmer, contiene una fuerte denuncia contra el ser humano; el ser humano en general, y: los cazadores furtivos, los agentes inmobiliarios sin escrúpulos, la corrupción y la diferencia de clases en particular. En el libro se habla extensamente sobre la extinción de muchas especies de buitres de África, sobre la desaparición de la fauna autóctona, sobre su flora, sobre las reservas de animales y sus precarias condiciones, tanto como su trabajo y su funcionamiento, la economía del país y el contrabando de especies, marfil y todo tipo de materiales. Se aborda de manera clara la diferencia de clases y de razas, el racismo y el impacto de los afrikáners en el país, su pasado y su presente; las tribus africanas, presente y pasado, sus tierras y sus costumbres. Por no hablar de la política y la problemática con sus países vecinos.
Como veis, no es una novela negra convencional, Safari sangriento esta aderezada con una cantidad ingente de información que la hace alejarse de ese esquema más precario y simple que compone una novela negra más estándar. Pero que no os asuste en absoluto, Meyer dosifica toda esta información, la coloca justo done el argumento lo necesita y la novela no tiene ni una página en la que de la sensación de estar leyendo paja.
La verdad es podríamos decir, que Safari sangriento es una especie de novela negra-eco-reivindicadora, que pertenece a ese aún pequeño grupo de novelas que, de una sutil manera (o no tanto), nos ofrecen una sub-trama que nos muestra como el ser humano está destruyendo de una manera desaforada, el planeta donde vive, que nos avisa que, como sigamos así, nos vamos a quedar sin nada.
En cualquier caso, una novela negra rápida y bien escrita, con una trama diferente, un tanto exótica si quereis, pero que hará las delícias de todos aquellos de los que disfrutan de las novelas con texturas y aires diferentes, que disfrutan saliendose un poco del genero, visitando calurosos países, conociendo culturas nuevas, y por supuesto, recogiendo algún tipo muerto por el camíno.
Safari sangriento
Deon Meyer
RBA Serie Negra 2012
425 páginas.
14/01/2013 a las 11:05 |
Ser un outsider del género dentro del género, si está bien escrito, no solo no es malo sino que también lo enriquece. Apuntado queda.
Saludos!
15/01/2013 a las 12:58 |
Esta novela enriquece el género, lo amplía, lo hacerca a mas lectores, eso sí los puristas…mejor no se hacerquen ;)
gracias por pasar!
14/01/2013 a las 12:15 |
Genial reseña, aunque no me acabo de ver leyéndola. Ya me costó al principio con Diablos de Polvo.
15/01/2013 a las 13:00 |
Como le digo a Interrobang, no es una novela para puristas del genero, todo y que a mí, que lo soy bastante, me ha gustado. Si no te convenció Diablos David…dejala ;) Gracias por pasarte!
14/01/2013 a las 16:17 |
[…] El Dramaturgo, de Ken Bruen Safari sangriento, Deon Meyer […]
15/01/2013 a las 11:52 |
Buenos días, leyendo tu reseña me recuerda otra novela ambientada en Sudáfrica, de género trhiller, sin el componente de denuncia ecologista pero muy crítica respecto de la criminalidad y la marginación económica que sufre la mayoría negra: ZULU, de CARL FEREY, combina una intriga atrayente con una trama muy dura de sobrepoblación, explotación racial entre distintas etnias negras y unas mafias muy singulares. La recomiendo. Un saludo
15/01/2013 a las 13:02 |
No soy muy fanático de las novelas ambientadas en África, de echo las que he leído no las he buscado yo…pero me apunto tu sugerencia, nunca se sabe :) Gracias por pasarte!
18/09/2013 a las 17:55 |
[…] social y por su tremenda denuncia, a una que leí hace unos meses de iguales características, Safari sangriento, de Deon Meyer. Aunque en aquella ocasión Meyer se centraba en denunciar el exterminio de especies […]