Lenta y pausada. Y exquisita. Tranquila como su primera parte. Como viene siendo habitual, una historia sobre la tenacidad y obcecación de su protagonista. Una historia que empieza con una loba y acaba con una muerte. Donde los personajes parecen exentos de sentimientos. Soledad, polvo y caballos. McCarthy tiene el poder del silencio, de la sencillez, de los enormes paisajes.
El libro empieza con una escena fascinante. Los protagonistas, Billy y Boyd, dos hermanos campesinos, se encuentran un indio en el bosque cercano a su rancho. Todo el acontecimiento con el indio me hipnotizo totalmente, me hechizó, haciendo palpable que me encontraba de nuevo ante el enorme escritor que es McCarthy. De nuevo dos adolescente a escena, Billy de diecisiete y Boyd su hermano algo menor que el. En Todos los hermosos caballos, McCarthy nos daba una lección sobre la amistad, la honestidad y la lealtad. En esta novela, McCarthy se centra sobre todo en la relación de los dos hermanos, una relación aparentemente fría y distante, pero que en el mundo de McCarthy adquiere una dimensiones extraordinarias y traspasa cualquier barrera lógica, logrando una simbiosis extraña entre los hermanos que va mas allá de todo entendimiento. Por supuesto la honestidad y la lealtad vuelven a ser viajeros indiscutibles en toda la historia.
Con la anecdótica aparición de una loba en el territorio, McCarthy empieza a tejer una increíble novela de soledades, vaqueros, asesinos y cuatreros, mexicanos, grandes llanuras, hambre y muchos caballos. Con esos parajes que solo McCarthy sabe dibujar y que te embrujan y te hipnotizan, con esos personajes duros y fuertes, que son héroes o que están totalmente locos.
El intento de cazar a la loba por parte de Billy pasara de intención a ofuscación, y llevara a Billy a abandonar su casa y su familia por largo tiempo. Adentrándose en México y cruzándose con muy dispares personajes, Billy conocerá, como ya lo hizo John Grady, las diferentes caras del alma human. A su vuelta una dura sorpresa aguarda en el rancho de su familia y, junto a su hermano, se lanzara a buscar esa conocida lealtad y honradez que le ha sido arrebatada por unos cuatreros.
Quizá no tan dura como Todos los hermosos caballos, pero algo más cruda en el fondo, con ese punto de personaje extremo tan delicioso e incomodo que a uno hace que se le hiele la sangre, McCarthy nos despliega una vez más una historia íntima, introspectiva y dura, preciosa, perfecta y excitante.
McCarthy me parece cada vez mas enorme, mejor, literatura con mayúsculas. En la frontera es la segunda parte de la Trilogía de la frontera, que finalizara con Ciudades de la llanura.
18/06/2010 a las 23:25 |
No he leído esta trilogía y lo lamento proque el autor me gusta y porque todo lo que leo son cosas buenas. Así que gracias por traerlo de nuevo a mi memoria y ofrecer un análisis tan efectivo.
Saludos.
22/06/2010 a las 23:12 |
Mi favorito es ‘Meridiano de sangre’. Creo que McCarthy, en esa novela, es ENORME. Y sangriento. Como siempre.
22/06/2010 a las 23:40 |
Gww, pues no la demores mas, las dos partes que yo he leído son espectaculares, gracias a ti por pasar por aqui.
Laura! Meridiano de sangre fue el primero que leí de McCarthy, pero me resulto tan duro que no pude terminarlo, espero volver a esa novela cuando este un poco mas ¨curtido¨ un abrazo!
06/12/2010 a las 21:10 |
[…] dos novelas anteriores, John Grady de Todos los hermosos caballos y a Billy Parham, protagonista de En la frontera. Y ya añado que verlos cabalgar juntos es una autentica […]
18/02/2013 a las 17:03 |
Llego con un poco de retraso, pero que pedazo de reseña y que pedazo de obra. «En la frontera» de muchísimas cosas
guauuuuuuuu