Prólogo de James Ellroy a Hollywood Station

Sigo, después de la novela de Willy Uribe, con el género negro. En esta ocasión estoy leyendo una novela que hace ya tiempo que tenía ganas de leer, Hollywood Station de Joseph Wambaugh. Salio hace ya  tiempo, pero la edición de rustica era para mi gusto muy delicada, con un color crema mate que se manchaba con mucha facilidad, además de que valía una pasta. Hace pocos días me cruce con la edición en bolsillo de Verticales de bolsillo, y me hice con ella.

Lo que quiero comentaros en esta entrada no es la novela, eso vendrá mas adelante, quiero comentaros el prólogo de la novela, a cargo de James Ellroy.

Un señor prologo de 35 paginas en las que Ellroy le cuenta a Wambaugh, a los lectores, una parte de su juventud, sobre los 25 años, era el año 1973. Una pequeña historia de delitos menores: robos, allanamientos de morada, drogas, consumo de alcohol y vagabundeo. Ellroy explica su pasión por la lectura, por la lectura de novelas policíacas que robaba en las librerías de Hollywood. Como vivía en pequeños contenedores para ropa usada que las ONG tenían distribuidos por toda la ciudad y como lo detenían por vivir ahí una y otra vez. Nos cuenta sus entradas y salidas de prisión por estos pequeños delitos. Nos cuenta como se cuela en casas de chicas guapas para robarles la ropa interior, como sale adelante para luego volver a caer en el tráfico de drogas a pequeña escala, o como suceden a su alrededor los disturbios de Watts.

Mientras sucede todo esto, Ellroy nos cuenta paralelamente como conoce las novelas de Wambaugh y como estas le cambian la vida, le hacen ver su mala vida. Unos pequeños ejemplos bastante explícitos:

Incendio mi mundo mental. Me devolvió a la muerte de mi madre y a todas las paradas intermedias. Volví a leer el libro. Asimile el saber de Wambaugh. Encajaba con el mío y me daba una visión del lado oscuro de la luna. No podía esquivar del todo su fuerza moral. Yo violaba por costumbre las bases del orden social que Wambaugh expresaba con elocuencia.

La narración va hacia delante y hacia atrás, incluso nos habla de cuando era niño y asesinaron a su madre. Ellroy acaba mostrando su admiración por Wambaugh sin tapujos y le concede un don como escritor, además le agradece haber liberado toda la ira y la rabia contenida en su interior. Un prologo al mas puro estilo Ellroy, sin pelos en la lengua y directo como un gancho de derechas.

4 respuestas to “Prólogo de James Ellroy a Hollywood Station”

  1. carmina Says:

    Una novela bien prologada es un lujo, y por lo que cuentas esta lo esta, casi que ya nos contaras si no le roba protagonismo a la novela, me la apunto aunque mi lista crece a un ritmo que no se si algun dia podre leer parte de lo que tengo anotado en mi libreta

  2. Lala Says:

    No lo he leído hasta hoy porque no quería entrar para no caer en la tentación de leer el post de Willy. Vaya, yo leo prólogos que me destrozan el libro, y tu lees prólogos que son libros en sí, ¿ves como hay clases y clases? jajajjajaja Cuando encuentras un prólogo así, sólo te queda caerte de culo y abear con el resto de libro (si está a la altura del prólogo, como dice Carmina, claro)

    Besitos!!!

  3. Hollywood Station de Joseph Wambaugh « Viaje alrededor de una mesa Says:

    […] Por no hablar del excelente prologo que tiene esta novela, del que ya os hablé […]

  4. Hollywood Station - Joseph Wambaugh at Que Leo Ahora Says:

    […] Por no hablar del excelente prologo que tiene esta novela, del que ya os hablé […]

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