Es el horrible verano y su calor. Es eso lo que me impide sentarme delante del ordenador y sacar algo de provecho a mis horas veraniegas. Imposible. El verano para mí es un castigo de ruidos y altas temperaturas. Solo en un suspiro de este lunes, aislado en la montaña, en un pequeño pueblo de nombre muy corto, y de temperatura idónea, he encontrado el momento para sentarme delante de este ordenador prestado para ver, escribir, leer y hablaros.
Mis lecturas son pocas, soy un lector de invierno, existe eso?
Y cuento los días, seis, para marchar a parís…
..solo eso..
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